Este proyecto surge después de una charla con el cliente, en la cual analizamos sus necesidades, deseos y personalidad.
En la cocina, la fuerza de los muebles en color antracita, se equilibra perfectamente con los electrodomésticos en acero inoxidable, los tiradores en aluminio y la encimera gris de Silestone.
La personalidad del baño viene marcada por una cerámica gris con reflejos plateados tanto en el suelo como en paredes. Los sanitarios en blanco, presentan líneas modernas con detalles minimalistas.
Puertas y zócalos se han lacado en el mismo color que las paredes. El suelo en estratificado roble aporta calidez.
El hecho de tratarse de una reforma integral nos ha permitido analizar el proyecto en su totalidad desde el principio.